Artista: Marvin Santiago |
Hablemos sobre la muerte física de Jesús según la ciencia. Jesús, el hijo de Dios, fue azotado y sentenciado a muerte. Estos azotes fueron terriblemente crueles, con tiras de cuero que llevaban colgadas bolas de hierro que causaban grandes laceraciones; causando considerable pérdida de sangre; lo que contribuyó a un shock hipovolémico y asfixia por agotamiento.
En el lugar de la crucifixión fueron clavadas sus muñecas y sus pies al madero horizontal de la cruz, lo que producía intenso dolor y causó una muerte lenta y sofocante. El dolor de Jesús era tan agobiante que la ciencia médica no tiene palabras para describirlo científicamente hablando.
Según la ciencia, las causas de la muerte de Jesús fueron el shock hipovolémico (pérdida grave de sangre), la asfixia por agotamiento y una arritmia cardiaca, con el corazón tratando de bombear una sangre que ya no tenía.
La Biblia, en el Evangelio de Juan, narra que, luego de la muerte de Jesús, un soldado lo traspasó con una lanza y salió sangre y agua. El agua representa, según los científicos, el líquido pleural y el pericardio seroso que le impedían respirar.
Después de leer y analizar lo que dice la Biblia acerca del sufrimiento de Jesús y conocer lo que dice la ciencia al respecto, cabe imaginar por un momento lo terrible que sería soportar todo esto. Pero, ¿puedes pensar en alguien que pudiera soportarlo solo por amor? ¿Estarías dispuesto a dejarte crusificar siendo inocente? Jesús lo hizo por ti y por mi.
Oh cuán grande amor; inmensurable amor; inexplicable amor. El peso de nuestros pecados lo llevó sobre sus hombros. Isaías 53:5 dice: Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados…Por eso decimos que Él se sacrificó por amor. Jesús venció el pecado y la muerte.
La ciencia confirma lo que está escrito en la Palabra de Dios.
¡Gracias Jesús por tu amor!