Dios pone en el ser humano cualidades únicas de su ser. Manifestó en su criatura la riqueza de su gracia, su amor, depositadas en la relación íntima con El. Y al terminar su obra, vio que fue buena en gran manera.
El hombre solo conocía la perfección y el amor que provenía de Dios. El rechazo viene o nace en el corazón de Adán, al verse por primera vez en un estado de fragilidad e insuficiencia ante la perfección conocida en Dios. Verse ante la mirada de la perfección misma tuvo miedo y se escondió. Pierde la capacidad de sentirse aceptado y amado por ser sí mismo y comienza hacer para alcanzar lo perdido y no lo haya.
Ofensa (no amado, no aceptado) ——> ❤️ Rechazo
I
Ira
I
Manifestaciones o conductas
naturales en el hombre carnal para satisfacer y autoproteger el dolor producido por el rechazo. Podemos pasar toda la vida cargando con la ofensa, con el rechazo.
Algunas manifestamos del rechazo son ira, baja autoestima, percepción negativa del mundo y los demás, reclamo de aceptación, independencia o aislamiento excesivo, evitando expresar sentimientos y recibir afecto, adicciones…
El antídoto para la falta de amor es el amor verdadero, perfecto, puro y santo
que solo puede producir la presencia de Dios e intimidad con el Creador.
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Dios mismo lo proveyó. Manifestando el amor en Jesucristo.Y por fé lo puedes conocer y recibir. Si entiendes lo que estoy diciendo, ya Dios de antemano preparó tu corazón para recibirlo. Su amor manifestado en la cruz del calvario es el acto de misericordia otorgada hacia ti, un ser incapaz de amar y recibir amor. Él paga la ofensa de amor que te deben a ti, (respeto, honra, aceptación, valor); además pagó la deuda u ofensa que tú has hecho a otros. Todo ha sido cancelado en y por Su amor. A través de Jesucristo. Entonces, eres libre del sentimiento de rechazo.