"Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios. "(Salmo 46:10)
"En quietud y en confianza será vuestra fortaleza" (Isaías 30:15)
Sin importar el huracán por el cual pueda atravesar nuestra vida...
aún en medio de los fuertes vientos, en medio del vendaval,
de las copiosas lluvias y de las inundaciones que aquejan nuestra mente causando un desborde de temores e incertidumbre,
Dios está al control. Él es nuestro refugio; confortará nuestra alma y nos llenará de paz en medio de la tormenta.
¡La paz proviene de Dios! ¡Confía en el Señor!
«Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera, porque en Ti ha confiado» (Isaías 26:3).