Ante los retos que se presentan actualmente, la pandemia del COVID 19 y el distanciamiento físico, se observan algunos jóvenes llevando una vida desenfrenada. Tal parece que nada los sacia. Buscan un ratito de placer efímero. Luego sienten un gran vacío y se sienten solos. Se les olvida las consecuencias que esa diversión pudiera tener para ellos, su familia, amigos y comunidad en general.
Yo te pregunto: ¿Estás amando al prójimo como a ti mismo?, ¿Por qué se ha endurecido tu corazón?
Actuar de manera misericordiosa, pensando en las consecuencias para ti y para los demás es una manifestación de amor. Solo Dios puede llenar tu vacío y transformar tu vida. Estás a tiempo para cambiar. Jesús nos ha demostrado lo que es el verdadero amor al morir por nuestros pecados, siendo inocente. Ríndete y no luches más. Deja atrás esa vida sin sentido y reconoce al Señor en tus caminos y Él enderezará tus sendas.
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, Y serán vida a tu alma, Y gracia a tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, Y tu pie no tropezará"
(Proverbios 3:21-23).
"¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar Tu palabra" (Salmos 119:9).