No hay nada que te llene más de paz en medio de la adversidad que el derribar tus fortalezas, tus mecanismos de autocompasión para dejarte caer confiadamente en los brazos de Dios. Ese tipo de quebrantamiento nos lleva a confiar plenamente en Él, sabiendo que no hay nada ni nadie que pueda aplacar lo que sentimos fuera de Sus amorosos brazos.
Dios guardará tu caminar, aún en la crisis más profunda. Él es el Creador, ¿Existirá algo más grande y poderoso?
“Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”
(Isaías 26:3-4)